
La empresa de Jack Noyce ha adquirido la Corporación británica en la que trabaja Elisabeth. El ejecutivo está sorprendido, es la primera vez que una mujer permanece indiferente a su lado y que además lo considera imbécil o algo por el estilo. Por si fuera poco, la encuentra endemoniadamente fea y canija. Lo único que salva de ella es su sonrisa…
Ella es fea, invisible y solitaria; él es guapo, seductor y multimillonario. Sin embargo, tienen algo en común: un pasado que los condiciona y al que deberán hacer frente.
¿Serán capaces de luchar por un amor que no tiene la apariencia que ninguno de los dos esperaba?
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